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"GANAS DE MOLESTAR"

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DEFINELO TU MISMO

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13-noviembre-2007 · Publicado por : anónimo

España

169. Coñazo


Modismo español relativo a la vagina o coño, se usa principalmente como ofensa hacia una persona, o como referencia a la vagina de una mujer, cuando se utiliza como ofensa, es parecido a "pendejo", "imbécil" o "bueno para nada".


Ejemplo :

1.- No me hable más coñazo!
2.- Mire caballero, el coñazo de su maldita madre se le va regresar a usted, a mi no!
3.- Mira esa chica, mira que coñazo tiene la gran puta!
4.- Joder tío!, que eres un coñazo!
5.- Yo me llamo Manolo, dígame Manolo.
6.- Joder tío!, que cuando veo a esa tía me dan ganas de hacerme una paja y correrme en su coñazo!






España

28-mayo-2010 · Publicado por : anónimo

Colombia

170. grilla


Una zunga con mal gusto, aparte tiene alas, va volando de uno en otro. Es una picaflor. Se acuesta con cualquiera o con todo loque se mueva, no importa el género o especie,raza etc... Normalmente son fáciles de reconocer, por lo general son monas oxigenadas o decoloradas, con la mayoria de su cuerpo operado( de lo cual se puede calcular el grado de "grillez"). Son mujeres de vida fácil, con las que normalmente un hombre se echaría una canita al aire.


Ejemplo :

Shakira es una grilla.

-¡Hey! Estás muy grilla hoy!!

Ayer me comí una grilla mas buena! (buena: Mujer tremendamente operada, muy bien engallada.)

Tengo ganas de mechoniar a esa grilla asquerosa, me dijo zunga la perra esa.






Colombia

30-abril-2020 · Publicado por : anónimo

Argentina

171. Panticito


Hombre joven muy poco diestro, tonto y muy desubicado que se siente como estrella de reggeaton capaz de seducir a cualquier mujer usando piropos los obsenos apropiados para cada mujer. Suele reaccionar como machista cobarde cuando se siente rechazado. Suele dedicar canciones de reggeaton a las mujeres que le gustan por amor o por dinero como un gigoló. Pude decírsele a un holgazán sin empleo, ni muy instruido disfrazado de cheto, a un cheto inexperto por mantenido. Pude usarlo una mujer para insultar o molestar a un hombre; o para darle un concejo acerca de como agradar a una femina.


Ejemplo :

Hola hermosa!! Que lindo safari que tenes ahí abajo. Quiero hacer una asquerocería.
Si ella le dice que va a llmar a la policia el se acobárda y huye pero cree que gusto su picardía.
Una mujer le dice a un hombre que no le intereza: Salí de acá panticito. Una persona le aconceja a un joven: No te hagas el panticito o ella te hecha.






Argentina

10-noviembre-2007 · Publicado por : anónimo

España

172. Castreño


Persona que vive o ah naciodo en la ciudad Castro del Rio en España.


Ejemplo :

Un castreño no te llama al móvil: te hace perdidas para que le llames.
Un castreño no se cae: se da una ostia.
Un castreño no se enamora: se queda to pillao.
Un castreño no trata de convencerte: te raya.
Un castreño no concierta una cita con sus amigos: queda con los colegas.
Un castreño no es valiente: tiene huevos u ovarios.
Un castreño no se lanza: se embala
Un castreño no se emborracha: se coje una mamada del copón!.
Un castreño no es que no entienda: no lo pilla.
Un castreño no va al carrefour: va al Eroski.
Un castreño no te da la espalda: te manda a tomar por culo.
Un castreño no acaricia: mete mano.
Un castreño no molesta: da la chapa.
Un castreño no pasa la noche en vela: se va de gaupasa.
Un castreño no bebe cerveza: bebe Kalimotxo.
Un castreño no trabaja: curra.
Un castreño no va de botellón: hace litros.
Un castreño no se impresiona: flipa!.
Un castreño no tiene ganas de hacer pis: se mea la ostia!
Un castreño no corre a toda velocidad: va follao.
Un castreño no se dispersa del lugar: se pira.
Un castreño no se keda dormido: se keda sobao.
Un castreño no se ríe a carcajadas: se parte el culo.
Un castreño no es presuntuoso: es un flipao.
A un castreño no le da verqüenza nada: le da palo.
Un castreño no es un buen tío: es el puto amo.
Un castreño no falta a clase: hace pira. Un castreño no hace algo mal: la caga.
Un castreño no habla claro: lo dice todo a la puta cara.
Un castreño no tiene grito de guerra: somos castreños cagüen dios!!! Aupa ahiiiii!!!.
Un castreño no está estresado: está hasta los cojones!!!
Un castreño no ve un/a chic@ fe@: ve a un cardo, un feto, un tronxo, un txorongo....
Un castreño no se enfada: se china.
Un castreño no dice cosas sin sentido: y si las dice es que se a fumao algo.
Un castreño no vuelve enseguida: tarda cero coma (0,).
Un castreño no juega al señor del 3(esta mas pasao..): juega kinitos.
Un castreño no dice que te fastidies, dice: te jodes!!
A un castreño algo no le parece guay, suele decir: bua tato! que pasote!
Un castreño no dice que su amigo es tonto, canta: Tenemos 1 amigo subnormal!! tenemos 1 amigo subnormal!!...
Un castreño no dice que algo esta bien, dice: al pelo marcelo!
Un castreño no dice que 1 tio esta weno, dice: ese tio tiene 1 polvazo pa acerle un hijo, o en su defecto que tiene 1 autógrafo…
Un castreño no dice que eres la mejor: eres la puta jefa!.
Un castreño no dice que algo es a medias: es a mei.






España

27-septiembre-2012 · Publicado por : anónimo

México

173. La Chingada


¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.

Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.

En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".

La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.

Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.

El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.

Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.

La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).

El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.

La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.


Ejemplo :

Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad






México

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